En ocasiones nuestras tuberías sufren roturas, grietas o simplemente están mal embocadas unas con otras, perdiendo así su capacidad y estanqueidad.
Para estos casos de anomalías puntuales dentro de la red, disponemos de diferentes sistemas de renovación interior, sin necesidad de abrir zanja, eliminando todos esos costes derivados y, principalmente, los plazos de ejecución y las molestias.
En GRUPO CANALIS contamos con unos empacadores de renovación (packer) que, envueltos en fibra de vidrio y resina, son transportados por nuestros equipos hasta el punto de reparación. Una vez allí, se inflan por medio de aire comprimido y se adhieren a la pared dañada dotándola de las mejores condiciones técnicas, aportando estanqueidad y estructuralidad.
El manguito de fibra de vidrio fragua a temperatura ambiente, realizándose el proceso de curado al mezclarse dos conjuntos de resinas. El plazo de instalación no suele superar los 40 minutos, pudiendo variar en función de las condiciones climáticas en el interior de la tubería.
Una vez que la tubería es reparada, procedemos a su inspección por medio de una de nuestras cámaras robotizadas, quedando así documentados todos los trabajos realizados.
Para la rehabilitación de acometidas que vierten directamente en el colector principal, en GRUPO CANALIS instalamos unos manguitos de fibra de vidrio también impregnados en resinas, que son transportados por nuestros robots de fresado, sobre unos empacadores con balones tronco-cónicos, para su fácil introducción en la antigua conexión.
Finalmente, al igual que en la instalación del packer, se inflan con aire comprimido y se dejan curar alrededor de 40 minutos.
Tanto para roturas que se producen en canalizaciones de agua potable o industriales, como para procesos de rehabilitación más rápidos y mecánicos (sin intervención de productos químicos), en GRUPO CANALIS apostamos por la rehabilitación puntual mediante instalación de anillo de inox o sistema Quick-Lock.
Este sistema hermetiza y estabiliza los daños de forma mecánica, sin química de construcción ni procesos de impregnado, sea cual sea el material de la canalización a rehabilitar.
Este tipo de rehabilitación de tuberías consiste en la instalación a presión de manguitos de acero inoxidable V4A y caucho EPDM, mediante un balón de posicionamiento guiado por nuestra cámara de inspección.
Este sistema es rápido y simple y, gracias a la compresión fijada y al sistema de caucho EPDM, se asegura totalmente la estanqueidad de la reparación.
Para grandes diámetros contamos con el sistema Quick-Lock Big, que instalamos en dos piezas para diámetros entre DN800mm-DN1300mm, y en tres piezas para diámetros entre DN1400mm-DN1800mm.
En estas instalaciones, nuestro personal más cualificado accede a los colectores adecuadamente equipado con arnés, rescatador, trípode, detector de gases y equipo de respiración autónomo, para así garantizar primero su seguridad y, finalmente, la correcta restauración del funcionamiento del mismo.
Para la rehabilitación de tramos de grandes dimensiones en GRUPO CANALIS contamos con un sistema de encamisado con manga continua (CIPP “Cured In Place Pipe”) homologado por el Instituto Alemán de Técnicas de la Construcción (Deutsches Institut für Bautechnik).
Con nuestra tecnología creamos una tubería nueva dentro de la ya existente, sin juntas, mediante un proceso de curado “in situ” con un equipo de rayos ultravioleta. Así, podemos instalar hasta 150 metros de tubería continua en una sola mañana, en dimensiones desde los 150mm hasta los 1.800mm de diámetro.
Este nuevo tubo que se adhiere a la tubería existente, se compone de fibra de vidrio y redes de poliéster (PRFV) resistentes a la corrosión e impregnadas en resina. Además de no tener costuras ni juntas, dispone de unas propiedades mecánicas y elásticas únicas, que le permitirán adaptarse perfectamente a cualquier perfil.
Este sistema es el más avanzado del momento y el de menor impacto medioambiental, ya que este curado no requiere de agua ni vapor de agua y la instalación es rápida y sencilla (un metro por minuto).
Además, es el único que nos permite tener un control absoluto de todo el proceso de encamisado (presión, temperatura e imágenes en tiempo real), garantizando así la calidad final de nuestro servicio.